Sinopsis sobre este libro
(…) ¿Cómo hacer, entonces, analistas? Pero hacerlos en el sentido que le da Lacan, tales que renueven constantemente el cuestionamiento esencial que Freud abrió como camino. ¿Cómo el que ignora puede enseñar a quien no puede saber?
(…)Creemos que, si hemos logrado aprender algo de Freud y Lacan, es lo que llamamos práctica de la dificultad. Casi podríamos decir que ése es el síntoma en el que hemos decidido consistir. El gusto por la dificultad, frase de Valéry que Lacan suele citar, se nos presenta como la posición exigible para el vasto campo de nuestra experiencia, como analizantes, como analistas, como lectores, como enseñantes, como discípulos.