Sinopsis sobre este libro
En su libro No apto para menores, la periodista Judith Levine propone desarrollar habilidades para hablar de sexo con los infantes, quienes no son totalmente inocentes, pero mucho menos perversos lujuriosos. En el transcurso de su investigación, Levine entrevistó a centenares de especialistas —pedagogos, profesores de educación básica, estudiosos de la sexualidad, etc.—, así como a padres de familia y observó a niños y adolescentes en diferentes contextos, para luego concluir que los infantes no sólo tienen deseos, sino también derechos, entre ellos el derecho a la privacidad y a ser respetados, dado que esto los prepara para el ejercicio sexual pleno y responsable en la vida adulta, a la vez que los aleja de comportamientos de riesgo. Pero en Estados Unidos —donde realizó su investigación, que bien puede aplicarse en México, como lo evidenciaron las recientes declaraciones del secretario de Salud—, las políticas de educación sexual oscilan entre la muy impaciente protección y el muy severo castigo de los menores. “Parecería que estos últimos fueran frágilmente inocentes hasta el momento en que traspasan cierta línea, punto a partir del cual se vuelven, de manera instantánea e irremediable, malévolos”, dice la autora, para concluir que lo no apto para menores son las circunstancias en las que algunos tienen sexo, pues los predisponen a consecuencias indeseables, como embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual, por no mencionar una experiencia sexual insatisfactoria.